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Día de la Madre

En este Día de la Madre, queremos desearles a todas nuestras madres, en todas las etapas de la vida, un Feliz Día de la Madre. Sabemos que la maternidad es una bendición, pero no está exenta de dificultades. En muchas de nuestras familias, las madres han hecho inmensos sacrificios por sus hijos. Hoy, las honramos y les agradecemos por todo lo que hacen.

Seeta es madre de cuatro hijos. Sin embargo, cuando su familia abandonó Afganistán, sólo tres niños subieron al avión con ella y su marido, Noor.

Aysha, su hija menor, de menos de un año, se vio obligada a quedarse cuando su familia partió en busca de seguridad en Estados Unidos. Habiendo servido en el ejército estadounidense como periodista, los Habib ya no podían permanecer en Afganistán por temor a represalias de los talibanes.

“Yo trabajaba con el ejército estadounidense como periodista y ella trabajaba con USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) y las Naciones Unidas, así que era muy peligroso para nosotros porque los talibanes no aceptaban a personas que trabajaran para extranjeros”, explicó Noor. “No estábamos seguros en nuestro país, así que para buscar seguridad vinimos aquí”.

En consecuencia, a Noor y a su familia se les ofrecieron visas especiales para inmigrantes (SIV) del gobierno de Estados Unidos no sólo como una forma de agradecerles sino también de protegerlos.

Pero en el momento en que se expidieron los documentos para la visa, Aysha aún no había nacido. Como resultado, sus documentos se presentaron por separado y Noor y Seeta se vieron obligadas a dejarla con otros miembros de la familia.

“Fue un momento difícil porque no teníamos otra opción”, dijo Noor, quien recientemente encontró trabajo en Amazon. “Pensamos que si perdíamos esa oportunidad, no la volveríamos a encontrar. Por eso dejamos a nuestro bebé allá y nos vinimos para acá. Si hubiéramos cancelado nuestras visas, tal vez no hubiéramos podido recuperarlas”.

En cambio, Seeta y su esposo llegaron a Memphis en octubre de 2020 con sus hijos de ocho, seis y cinco años. No fue hasta dos meses después que recibieron noticias sobre la visa de Aysha, pero, para que ella pudiera venir, Seeta corría el riesgo de no poder regresar a los EE. UU. porque su tarjeta verde no había llegado.

Decidida a reunirse con su hija, Seeta y su Equipo de Buen Vecino comenzaron a buscar una manera de hacerlo posible junto con el personal de World Relief Memphis. Después de hablar con el Departamento de Estado, descubrieron que su tarjeta verde se había extraviado, pero que podía ir a Afganistán con su visa actual sabiendo que llegaría.

Sin embargo, cuando llegó a Afganistán, la recibió un bebé que no la reconoció. Los meses que habían pasado separadas habían creado distancia, pero Seeta fue paciente.

“Fue muy emotivo y ella no quería venir conmigo ni un día ni una noche, como si se hubiera olvidado de mí”, dijo Seeta. “Luego se dio cuenta de quién soy y ahora no me deja ni un minuto”.

Finalmente, Seeta trajo a su hija a casa. Su familia estaba unida y podían empezar a reconstruir sus vidas en un ambiente seguro.

En la actualidad, trabaja para el condado de Shelby y ayuda a conectar a otras personas de su comunidad con los recursos que necesitan tras la pandemia. Después de defender la seguridad de las mujeres y los niños en Afganistán durante muchos años, Seeta busca empoderar a las mujeres en el lugar de trabajo.

Del mismo modo, Aysha está floreciendo.

“Ahora está muy contenta con nosotros. Cuando llegó estaba triste y tranquila”, dijo Noor. “Pero ahora ha vuelto mejor que nunca y está muy activa”. 

Cuando se les preguntó si tenían esperanzas y sueños para el futuro, Noor y Seeta respondieron de inmediato.

“Por supuesto, por eso estamos aquí. Estamos aquí por eso. Tratamos de hacer todo lo posible por todos nuestros niños”. 

*Esta historia fue compartida originalmente por nuestra oficina de World Relief en Memphis.

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