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Por fin llegamos a Lodwar, Turkana

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El camino de Kitale a Lodwar (el centro de operaciones de World Relief en Turkana) es estremecedor. La distancia es de alrededor de 290 kilómetros en total, lo que podría ser un viaje manejable de 3 horas en cualquier camino asfaltado, pero en esta carretera llena de baches y casi sin superficies lisas, el viaje fue de 8 horas calurosas y polvorientas. Nuestro equipo ha comenzado a comprender una de las muchas dificultades logísticas de hacer llegar la asistencia alimentaria a una región tan remota y mal conectada.
No muy lejos de la frontera de la región de Turkana, nos topamos con un camión volcado que perdió el control en una curva cerrada de la carretera y se deslizó por un barranco empinado. El camión parecía una caja de metal retorcida y maltratada, pero nos dijeron que milagrosamente el conductor sobrevivió. Una mirada más de cerca a los restos del camión reveló que este transportaba un cargamento completo de maíz y frijoles para las comunidades de Turkana que necesitaban desesperadamente alimentos. Y con la esperanza de poder salvar algo de comida, los trabajadores, bajo la atenta mirada de un policía, recogieron con mucho esmero maíz y frijoles esparcidos por las orillas del barranco. Estos alimentos son preciosos; no se pueden desperdiciar.

Por fin llegamos a Lodwar, Turkana. El terreno, en marcado contraste con el campo de secano que se encuentra a sólo 290 kilómetros al sur, es rocoso, árido y seco. Cada cauce de río por el que pasamos era un mar de arena reseca. Vimos algunos lugares con un pozo de bombeo o quizás un pequeño charco fangoso de agua de lluvia sobrante, y alrededor de estas fuentes de agua vimos familias con su ganado. Sus casas, cúpulas de ramas retorcidas y paja, eran temporales, lo suficientemente adecuadas hasta que el agua se secó y se vieron obligados a mudarse. Esta ha sido la pauta durante cientos de años para muchos en Turkana. Pero con la sequía crónica, las disputas por la tierra que inhiben el movimiento nómada y la marginación de la sociedad dominante de Kenia, la complejidad de la “seguridad alimentaria” parece abrumadora y requerirá una intervención mucho más integral y a largo plazo que la asistencia alimentaria aguda. Sin embargo, mientras miles de personas se enfrentan a la hambruna, es por ahí por donde debemos empezar.

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